- Ca_in
El problema de tu planteamiento, es que estás intentando hacerle trampas a la mayor de las tramposas. La vida. Te lo explico para tontos, pero no te lo tomes a mal, piensa que no es por que tú seas tonto, en general siempre explico las cosas para tontos porque considero que todo el mundo no lo es. No solo tú. No eres especial. Solo tonto.
El saber popular dice que una olla con agua calentando no hervirá si la estás observando. Esto es un hecho, y cualquier que dé el testimonio de que ellos han visto el agua romper a hervir podemos estar seguros de que faltan a la verdad. Panda de mentirosos.
Esto crea grandes problemas y paradojas, como el caso del hechicero pirokinético Calentojo, que decía que era capaz de calentar objetos con su mirada. Cuando Calentojo intentó su experimento con un cazo de agua, el agua se negaba a calentarse si era observada, pero solo podía calentarse bajo la mirada de Calentojo, creándose una paradoja.
Como todas las paradojas, se acabó solucionando dejando pasar esa energía acumulada a través del canal más débil, siendo esta la mente de Calentojo, que estalló en pedazos a los tres minutos de empezar su experimento.
Por eso te puedo asegurar que si intentas adivinar el futuro para ver qué cola del supermercado irá más rápido -en general aplicable a cualquier cola salvo las de caballo, mono o la del paro- tu cabeza estallará en pedazos como la del pobre Calentojo ¿Por qué? Te preguntarás. Y ya te respondo yo, que para eso me pagan una cantidad tan abundante como la calidad de mis respuestas. Porque estás destinado a ir en la cola más lenta, independientemente de la que cojas.
Da igual que vayas a la cola que solo tiene una persona con una lata de bonito o la cola con seis carros llenos hasta arriba de un surtido variado de fruta, verdura y frutos secos a granel. La cola más rápida será siempre aquella en la que no estés tú.
No es culpa tuya. Esta vez no. Está en la naturaleza de las colas. Es un castigo que nos impone la sociedad, una experiencia igualatoria que nos recuerda que no estamos solos en este mundo, por muy fuerte que lo deseemos. Si escoges la cola que solo tiene una lata de bonito, verás como la cajera sufre duramente para introducir los números del código de barras porque precisamente el lector hoy no funciona y es su primer día y la encargada está cuidando a su padre moribundo al que acaba de atropellar un ovni. Mientras tanto, la cola de las tres toneladas de verduras irá a velocidad vertiginosa como si en lugar de un dependiente, fuese gestionado por la procesadora de una fábrica de mermelada.
Tu elección es fútil, dejando claro el determinismo que controla nuestra existencia. No hay manera de ver un futuro en el que no estés en la cola más lenta porque ese futuro, sencillamente, no existe. Puedes intentar echarlo a cara o cruz, pero volvemos a estar en el mismo problema. Lo más seguro es que acabes en la más lenta igualmente. O, si da la casualidad cósmica de que aciertas, te explotará la cabeza.
Por eso, en lugar de probar con algo tan arriesgado como lanzar una moneda al aire, te enseñaré a conseguir el primer puesto de la cola con un simple hechizo de cambio de cuerpo.
Extrañamiento de viernes
(Fricus Veneris dies)
Ingredientes:
- Unos zapatos de otra persona (usados)
- Tiza de dos colores
- Un mechón de pelo de otra persona, un jirón de su ropa o su DNI
- Un cable de alta tensión o una tubería muy gorda
- Papel y lápiz
-Lo primero, será practicar sacar el alma de dentro. Una técnica bastante habitual es aprender a cantar y proyectar la voz. Unos meses de clases de cante jondo, de ópera o de trash metal te enseñarán a abrir la boca y la garganta lo suficiente como para que quepa tu alma a través de ella y pueda salir con fuerza suficiente como para empujar a otra. Si no, siempre puedes caminar durante semanas con los zapatos de otra persona, ya que eso acostumbrará al alma a estar en otro cuerpo y, si con suerte esa persona calza seis números menos que tú, volveremos a la idea de gritar y proyectar la voz.
-Si nada de eso funciona, puedes usar un lubricante de almas. Lo venden en muchas tiendas y suelen venir de sabores. Aplícalo con cuidado al borde del alma para que resbale bien y no lo acerques a mucosas o egos, que podrían inflamarse volviéndote muy insoportable.
-Ahora que has practicado, es hora de ejecutar el plan. Entra en el supermercado cuando haya poca gente y dibuja tu carta astral en el suelo de la caja. Si la encargada te dice algo tú dile que es cosa de los de marketing o conviértela en sapo, lo que te sea más fácil. Luego dibuja una carta astral diferente en otro punto lejano del supermercado. Une ambos dibujos con el cable de alta tensión o la tubería. Piensa que por aquí tienen que viajar las almas, así que calibra el grosor del alma antes de intentarlo, o se te podrá quedar atascada o hacer eso tan molesto de decir que quedan 3 minutos de descarga para luego pasar a siete y luego a dos horas.
-Busca tu objetivo. Selecciona a alguien que veas que tiene la compra ya casi hecha y que seguramente vaya a ponerse a la cola pronto. Así, mientras tú haces tu compra, esa persona esperará su turno, ignorante de que le robarás su puesto cuando llegue al primero. Arráncale algo que sea inherentemente suyo. Un mechón de pelo, un jirón de ropa, su dni, un ojo… Es un truco básico de prestidigitación, si no sabes robar carteras, no deberías estar intentando magia avanzada.
-Cuando hayas acabado la compra, vuelve a la cola y tu objetivo estará el primero en la cola y tú el último. Colócate encima de uno de los dibujos. Usa la máquina de desear o el meteorito para desear estar en su lugar mientras le gritas cosas como “¡Nunca me has comprendido!” para ir provocando la magia. Acuérdate de gritar y abrir la boca como has practicado para que te salga el alma de dentro.
-Si todo ha ido bien deberías estar en el cuerpo de esa persona y el primero en la cola. Recoge tu compra, paga y vete.
Contraindicaciones
Como puedes imaginar, esta técnica tiene una gran problemática tras su ejecución. Puede que hayas robado su puesto en la cola del super a la persona que hayas escogido como objetivo, pero los lectores más sagaces no habrán dejado de ver que esto conlleva un gran precio. Y es que ahora tienes la compra que ha hecho otra persona, y a veces la gente compra cosas muy raras como levadura o cúrcuma. Para eso está el papel y el lápiz. Puedes dejarte una nota en el bolsillo para explicarle la situación a la persona que ahora habite tu cuerpo y luego poder cambiar la bolsa de la compra.
En mi experiencia, es recomendable no hacerlo con monos. También es recomendable no intercambiar cuerpos con monos.