- Baldellou
Ah, me alegra ver otro esclavo de las musas. Yo mismo he intentado escribir alguna historia de ficción sobre un tipo de barba que pasa las mañanas delante de un ordenador aporreando un teclado y viviendo de su arte, pero incluso a mí, el poderoso Bruno el Poderoso, capaz de doblegar la realidad a su antojo, me parecía poco creíble.
Y además nadie quería publicármelo, la censura editorial ha vuelto a atreverse a poner cortapisas a mi historia.
Por eso ahora limito mis artes literarias a responder a vuestras dudas y a recopilar hechizos antiguos y potencialmente peligrosos en grimorios. Tan solo confío en no mezclar ambas cosas y proponeros solucionar vuestros problemas con hechizos demasiado arriesgados para vuestra débil realidad.
¿Cómo lo hago? ¿Cómo soy capaz de compaginar mi trabajo como curador de hechizos con responder a vuestro consultorio a la vez que mantengo mis responsabilidades como protector de la puerta de la irrealidad? Tengo un mono.
Alguien muy sabio propuso que con un millón de monos con máquinas de escribir se podría escribir una gran novela. Soy contrario a esa opinión por dos motivos. El primero es la falta de intención. Los monos podrían aporrear teclas al azar hasta que la estadística pusiese algo de su parte y formasen la cadena aleatoria necesaria para generar un texto. Pero aunque acertasen, y escribiesen por pura casualidad probabilística una historia que pudiese parecer la futura gran novela de la humanidad, no habría intencionalidad en su arte, más allá que el de parecer una gran novela. No habría un motivo para escribir esa novela más allá de la propia creación de esta como objeto. No habría arte, ya que los monos no sabrían lo que están haciendo, por lo tanto, la novela carecería de alma y de sentido desde un punto de vista artístico. El otro problema serían las heces.
Un millón de monos generarían más heces que palabras, ya que todos los monos que conozco generan heces, pero casi ninguno palabras.
¿Qué hacemos con esas heces? Si las dejamos sin atender, pronto la nave industrial que tendrías alquilada para albergar esos monos se transformaría en una batalla campal de cacas y dejarían las paredes hechas un asco, imposibilitando la recuperación de la fianza. Posiblemente.
Por eso yo tengo un solo mono para escribir todos mis textos. Es un mono al que he dotado de inmortalidad y he atrapado en una espiral de tiempo infinito a la que puedo acceder en cualquier momento y extraer cualquiera de los textos que ha escrito, confiando en que la estadística de un tiempo infinito pueda generar cualquier texto que yo desee, sin el problema de las heces. Además, un solo mono atrapado en un bucle infinito tiene intencionalidad en su arte, aunque la mayoría de textos que escriba hablen de libertad, venganza o heces.
Si quieres tener tu propio mono escriba que genere tus textos por ti, solo tienes que seguir la siguiente receta. En caso de que no desees que el mono haga tu trabajo por ti y por algún extraño motivo, te apetezca hacerlo a ti, solo te puedo aconsejar que te marques unas horas de descanso en tu apretada agenda y que, dentro de esas horas, te dediques un tiempo para jugar y escribir, pero sin presión, ya que esta mata el arte.
Y que vigiles tus heces.
El mono infinito
(panhomini interminus)
Ingredientes:
- Un bolsillo roto
- Un reloj roto
- Una forja de espacio tiempo o un rizador de pelo potente
- Un mono sin usar.
- Diez toneladas de libros triturados.
-Lo primero es hacerte con un mono. Es importante que sea resistente al fuego y que no presente muchas manchas de sangre y plátano. Para mayor facilidad, se recomienda golpearlo con fuerza hasta que deje de estar rígido y luego sumergirlo en agua durante horas. Una vez limpio, puedes ponerte el mono y comenzar a trabajar sin riesgo a mancharte. Luego consigue un chimpancé del zoo más cercano y ponlo contigo en la habitación de trabajo.
- Para conseguir crear la dimensión de bolsillo en donde guardar el mono, necesitarás un bolsillo roto. Busca en alguno de los pantalones que tengas por casa, póntelos (quítate el mono primero) y mete monedas hasta que notes resbalar alguna por tu pierna. Introduce el mono en el bolsillo (ponte el mono primero) y nótalo resbalar por tu pierna hasta que caiga en el agujero dimensional de bolsillo. Ahora baja el chimpancé de tu hombro y guárdalo en el agujero del pantalón donde has arrojado el mono. Arroja el mono. Saca el mono y cierra el mono dentro. Puedes usar el propio bolsillo del mono para crear el agujero, pero puede resultar un poco confuso.
-Usa una forja espacio temporal para coger la línea temporal en la que te encuentres (o alguna que no uses que tengas por casa) y retorcerla hasta cerrar el bucle sobre sí mismo. Recuerda dar martillazos rítmicos para conseguir el bucle perfecto, recomiendo dar un martillazo cada seis segundos y seis años, alternando. Si no tienes acceso a una forja espacio temporal puedes usar un rizador de pelo para crear el bucle, pero cuidado que no se te queme el mono. Ninguno de los dos.
-Tritura las diez toneladas de libros, no tienen por qué ser de buena calidad, aunque las palabras usadas en ellos serán los ingredientes que use el mono para escribir. Si lo necesitas, puedes pasarlo por una malla fina y dejar que solo pasen las letras. Esto hará que el mono se invente palabras pero le dará más originalidad al producto. Vigila que la virgulilla de la eñe no haga que esta se enganche en el colador, o solo podrás escribir textos en inglés.
-Introduce la pasta de libro por el agujero dimensional de tu bolsillo. Si notas una sensación fría recorriéndote la pierna es que el agujero no está bien cerrado y se te están vertiendo palabras en tu pernera. Por eso es necesario llevar en todo momento el mono, ya que si la pasta de palabras se vierte en tu piel, puede causar heridas, laceraciones, rozaduras, cortes, arañazos, llagas, lesiones, ofensas, agravios, ultrajes, afrentas o aflicciones.
-Para cerrar el agujero dimensional de bolsillo con el mono dentro usa las agujas de un reloj roto para coser la brecha en el espacio tiempo. El reloj roto tiene que ser de aguja, ya que es muy difícil coser con cifras digitales en constante movimiento. Usa la aguja de las horas para coser el agujero y la de los minutos para bordar las iniciales del mono y distinguirlo de otros monos que tengas atrapados en agujeros dimensionales.
-Cuando necesites generar una historia, mete la mano en el bolsillo y lanza un plátano. Recoge los papeles escritos por el mono y busca un portadista que haga la portada del libro. Si no tienes ningún portadista usa otro mono.
Contraindicaciones
Recuerda que el texto generado puede no ser congruente o estar carente de mensaje. O que este pueda ser demasiado sutil y pasarte libertad para los monos desapercibido.