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MOVIDAS
movidas - De dónde vienen los CDs · 16/04/2010
Los CD-ROM llevan, aunque nadie se lo crea, casi 25 años con nosotros. Y aunque cada vez se usan menos, siguen ahí. Han estado durante una gran parte de nuestras vidas, desde que éramos unos pequeños piratas, hasta que su hermano mayo el DVD vino a comérselo.

¿Os habéis preguntado alguna vez cómo se fabrican?

Para responder a esta pregunta, nos hemos acercado a entrevistar a uno de los mayores proveedores de Cds de España.

El señor Antonio Bervatín, nos ha acogido amablemente en su plantación en Villalba de los Cedezos, con la cálida sonrisa que sólo saben dar las tranquilas personas de campo. Nos paramos a observar el paisaje, durante un momento. Hectáreas de Cedezos, con sus frutos reflejando la luz de media tarde nos devuelven la mirada. El señor Antonio nos invita con la mano a sentarnos a la sombra de uno de ellos, un ejemplar magnífico, del que brotan unos Cds que ya parecen maduros.

-Este es mi mejor ejemplar- nos dice orgulloso el agricultor, mientras arranca un CD de una rama, ofreciéndomelo. -Mira, tiene lo mínimo 800 megas de memoria-. Yo me quedo observando el principio de nuestro viaje por la creación de un CD. Obtenerlos de los árboles.

\"Árbol

-En una buena época, este cedezo es capaz de dar hasta 500 Gigas, entre todos los Cds, y todos de muy buena calidad- comenta orgulloso. -Entre todos los cedezos de la plantación, tras la recolecta, podemos llegar a sacar unos 30 Teras.

Don Antonio nos explica el proceso de recolección, mientras señala a una lejana figura golpeando con un palo largo a uno de los frutales. -Cuando el cedé está maduro, golpeamos con un palo el árbol, y recogemos en un cesto grande que tenemos los cedés que van cayendo. Luego los lavamos y los vamos dejando secar al sol.- De repente me hace una señal, señalándome algo entre las ramas. Tras unos segundos escudriñando, observo un fruto que está verde. -Mira, ese fruto está verde, hay algunos clientes que nos piden frutos que aún no está maduros, y los venden como minidís, o algo así. Nunca entenderé a los de ciudad.



Tras unos minutos charlando amistosamente, el agricultor me conduce a un patio, donde, efectivamente, tienen varias hileras de Cds secando al sol. El olor a CD virgen, acompañado por una ligera brisa, nos da una idea del remanso de paz en donde nos encontramos. Varias jóvenes están revisando los cds, seleccionando los que están secos. Una de ellas, observa con ojos experimentados el CD en sus manos, mientras lo apreta en sus afilados dedos.

-¿Qué está mirando?- pregunto, curioso. -Está vigilando que no tenga nada grabado- me responde Don Antonio -A veces, algunos pajarillos picotean el fruto, y graban alguna cosa con el pico. No sería la primera vez que vendemos algún CD virgen que tenía alguna peli guarrindonga de esas, o un disco entero de Bisbal.- ríe el hombre.

Dentro de una sala, al fresco, el hombre me explica los diferentes tipos de Cds. -Dependiendo del árbol, algunos dan normales, regrabables... Por ejemplo, este de aquí es un CD-R, y este otro- añade señalando a otro prácticamente igual -es un CD+R, se distingue por las motitas que tienen en el lomo- El ojo experto de un hombre de campo no dejará de sorprenderme.

La visita continúa, llevándome a una habitación más interior. Ahí dentro veo a un joven golpeando los Cds con unas afiladas piedras.

-Pero no sólo vendemos Cds vírgenes- continua el labriego -También nos hacen encargos y los vendemos grabados. Aquí tengo a el Mateo. Es mi hijo, se encarga de el proceso de grabación de los cedés. Para eso usa un par de piedras.

Observo las piedras de cerca, a simple vista no parecen más que dos piedras de silicio, talladas a mano, pero son la herramienta usada para grabar la información en el CD. Según me cuenta Mateo Bervatín, las piedras las usaba ya su abuelo, el padre de Antonio, para hacer grabaciones en tarjetas perforadas. -Yo sólo me he limitado a afilarlas un poco más? añade el joven, sonriente.

\"Piedras

-El proceso manual es lento, en un día quizás solo puede grabar unos 50 Cds, pero se nota la diferencia de un buen CD grabado a mano, con esas modernidades de hoy en día- Mateo hace referencia a los punzones que hoy en día se pueden comprar en cualquier tienda. -Además, esto es mucho más barato, la piedra es gratis, las sacamos del río- Ríe el joven -Tan sólo tenemos que pagar los trescientos euros a los de la SGAE por poder afilarlas- añade, señalando con la cabeza a un hombre trajeado que observa la escena en silencio, desde la sombra.

Don Antonio me despide en la puerta de su finca, donde tenemos aparcado el coche. -¿Que qué futuro le veo a la cosecha del Cedé?- Don Antonio repite la pregunta en voz alta, mientras observa su finca-Me preocupa- confiesa finalmente -Ahora lo que más se oye son esas granjas donde alimentan Discos Extraíbles, con pienso, y los engordan para que tengan teras y más teras. Me da miedo, la verdad, que esa industria puede acabar con nuestro sencillo modo de vida- Don Antonio suspira -Pero es ley de vida, le pasó a la cría de las disqueteras- agrega señalando un abandonado campo de esta planta, contiguo a su finca,-y le pasará a la nuestra.

Irónicamente, habiendo teras enteros en el prado que estoy observando, hay poco lugar para la esperanza en la cosecha de cedezos.