Voy a proponeros un juego.

Uno de los aspectos que más me gusta de internet para la relación autor-lector, y que ya he explotado con los webcomics, es la interactividad. Tenemos las herramientas para que el lector no sólo lea, si no que participe, dando ideas, opiniones, insultando...

Voy a proponeros un juego, y necesito vuestra colaboración, pero para poneros en antecedentes, y de paso, rellenar un post, voy a hablaros de dónde saqué esas ideas absurdas, y de paso recomendaros uno de los programas más divertidos que he visto en mi vida.

Whose line is it Anyway?

Seguro que alguno sabréis lo que son las improvisaciones, quien tenga algún colega que se haya dedicado al teatro, seguro que le ha venido con alguna propuesta rara de estas. Pues alguien que vio que esto era divertido, y decidió crear un programa de televisión con esta premisa, primero en el Reino Unido, y luego exportando el formato a Estados Juntitos.

Y es de esa versión de la que os quiero hablar, a pesar de no ser la original, los americanos saben lo que es un espectáculo, y saben hacerla más animada. Y poner a un presentador de risa fácil (Drew Carrey) es justo la guinda que faltaba.

La idea básica es poner a cómicos, buenos, a improvisar escenas con las claves, escenarios,diálogos, o personajes que les diga el público, y que la suerte los acompañe. Como podéis imaginar, el éxito del programa radica sobre todo en los actores que improvisen, de los cuales destaco a la pareja Ryan Stiles y Colin Mochrie.

Aquí en España se llegó a realizar un programa parecido en la Sexta (Los Irrepetibles), conducido por Emilio Aragón, y que al menos para mí, sirvió para distinguir a los cómicos buenos que creaban humor a cada palabra que decían, de los que se limitaban a sobrevivir en las pruebas. Y a Miki Nadal por encima de todos ellos, qué crack de hombre.

Os dejo unos vídeos, para veáis la dinámica del programa, y luego os propongo el juego.





Ahora me toca a mí. Vamos a empezar poco a poco. Quiero que los siete primeros comentarios digan una palabra, y con esas siete palabras, intentaré crear y contar una historia, y con sentido, en el siguiente post. Siete palabras parecerán pocas, pero conozco la clase de bastardos a la que me enfrento, y sé que no me lo vais a poner fácil...