¿Por qué siempre que intento enchufar un USB a mi portátil el primer intento siempre es al revés?
- Fernando
Creo que, por muchos negacionistas que existan de la magia aún a día de hoy, estamos todos de acuerdo, tanto los amantes de las artes de la hechicería como los ignorantes practicantes de las ciencias, que los puertos USB suelen venir con alguna dimensión más de las que debería. Por eso, aunque lo gires, sigue sin encajar y no solo falla al primer intento, si no al segundo, y acaba entrando al tercero que debería ser el primero. Pero no lo es.
Esto tiene una sencilla explicación. Como todo el mundo que sepa cómo funciona el mundo de verdad, un objeto normal suele tener siete dimensiones, a saber: Altura, profundidad, anchura, tiempo, oscuridad, sabor y cladrosura.
Estas siete dimensiones pueden verse a simple vista o con ayuda de algún sexto u octavo sentido. El problema suele venir con las otras siete que vienen después. Algunas sólo existen dentro de otras, otras sólo si no las miras, otras sólo si las miras, etc.
Una de ellas, que por el mero hecho de existir no puede tener nombre, porque si tuviese nombre dejaría de existir, es la que se ha colado en tu USB. Son una plaga moderna, ya que suele brotar cuando hay demasiada información junta, normalmente en medio de la altura y la anchura, sin que nadie pueda verla.
Y el problema es precisamente eso, la modernidad que tanto abraza la gente y, en especial, esos asquerosos infraseres con bata que dicen “entender” el universo pero que no se encontrarían su propio culo ni en cinco de esas dimensiones. A lo largo de la historia hemos conseguido ir reduciendo la cantidad de información en espacios cada vez más diminutos. Primero fue la escritura. No era mucho problema porque al estar normalmente atrapada en papel o tablillas de cera, la información quedaba atrapada en solo dos dimensiones. Cuando la humanidad inventó los libros empezamos a jugar a ser dioses. Cada hoja de papel tenía información por delante Y por detrás. Y tras una hoja venía otra. Comenzábamos a almacenar las palabras en tres dimensiones, con el problema que eso conlleva.
Es cierto. Gracias a este avance se inventaron los grimorios y la magia atrapada en la información que el cubículo de papel al que llamamos libro permite controlar ha hecho avanzar mucho el campo de la magia.
Pero la humanidad, especialmente los abyectos científicos, no se dio por satisfecha y exigió más. Llegaron los CDs, los DVDs, los Discos (duros, blandos, sólidos y gaseosos). La información se movía por dentro de las máquinas con ferocidad y premura, rozando la velocidad de la luz, distorsionando el tiempo a su alrededor. Las palabras se movían por cuatro dimensiones y comenzaban a propagarse también a través de la oscuridad y la cladrosura. Comenzaron a colisionar entre ellas y creaban nuevas dimensiones que hasta ese momento no existían y otras que aunque no lo hacen, pues están claramente ahí. Cosas de dimensiones.
Y por eso tu USB no entra bien a la primera: Tiene más dimensiones de las que debería y puede que lo estés girando en los ejes X, Y y Z, pero no lo estás moviendo bien en el T, la & o el Puturrú.
La manera más fácil de evitar esto es quitándole palabras a tu USB. Seguramente tengas demasiada información en su interior. Documentos, PDFs, readme.txt y demás armas del diablo. Lo mejor es que metas fotos (Sin texto ni carteles, a ser posible del cielo y nubes, algo sencillo) dentro del USB para que ocupen espacio y las palabras tengan más sitio para moverse. O, si es muy grande, alguna película muda. Pero sencilla, alguna de tiros, que si tiene mucho subtexto puede ser hasta peor.
Otra opción, más complicada, pero que te permite seguir metiendo esas deliciosas deliciosas palabras en tu USB, es aplastarlo en la octava dimensión. Para eso, bastará un hechizo de aplastar en la octava dimension.
Hechizo de aplastar en la Octava Dimensión
(Octava Dimension Aplastatum)
Ingredientes:
- Un hilo de plata.
- Dos rodillos de amasar.
- Siete velas de sabores diferentes (no aromáticas)
- Dos gomas de pelo.
- Lo primero es unir los dos rodillos de amasar con las gomas del pelo, cada una atrapando los dos mangos. De esta manera crearemos un rodillo doble, capaz de aplastar en una dimensión, normalmente la anchura, cualquier objeto que metamos dentro. Prueba a pasar entre los dos rodillos una hoja impresa con algún texto escrito con alguna fuente gótica y subrayada, con negritas, y etc. Si por el otro lado sale un texto plano, sin formato, es que el rodillo funciona.
-Colócalo sobre una mesa o entre dos sillas, de tal manera que pueda pasar algo entre ambos rodillos. Prepara las siete velas alrededor, cada una representando una de las siete dimensiones conocidas. Lame cada una de ellas y prende su mecha en orden alternativo y siéntate en el suelo o un sofá. Escoge tú la postura que suelas usar para meditar o viajar astralmente. Coloca el USB al otro lado del círculo, con los rodillos en medio.
- Anúdate un hilo de plata a tu dedo anular, esto te ayudará a encontrar el camino de vuelta.
-Proyéctate astralmente hacia delante. Si no tienes mucha experiencia en la proyección astral, te recomiendo fijamente mirar el USB a través de la rendija entre los dos rodillos hasta quedarte dormido, que viene a ser parecido y de cara a este hechizo ya nos vale.
- Avanza por el plano astral hasta llegar a los rodillos y pasa por el medio. Notarás una presión asfixiante mientras tu alma se ve prensada. No te preocupes por notar como tu cuerpo se aplasta como si te estuviese atropellando un glaciar, es normal. Piensa que tu cuerpo está sano y salvo en el sofá y es solo tu alma la que está sufriendo la compresión. Mucha gente dice que en el plano astral el dolor no existe y se queda en tu cuerpo. Es mentira. En el plano astral todo duele muchísimo. Más incluso que en el normal. Pero tú no pierdas de vista el USB.
- Cuando hayas sido reducido a dos dimensiones físicas, el universo a tu alrededor habrá cambiado y lo percibirás todo como una línea larga con diferentes irregularidades bidimensionales que tus ojos intepretan como simples puntos. Encontrar algo en estas llanuras, si no estás acostumbrado a moverte en la Segunda Dimensión, puede ser una tarea imposible. Pero solo tienes que encontrar tu USB y éste, al tener más dimensiones de lo habitual, es fácilmente distinguible, ya que será el único objeto parecerá un USB normal. Si era un USB con forma de cerdito, seguirá teniendo forma de cerdito. Quizás notes ligeras diferencias en su sabor o su cladrosura, pero es normal, piensa que tanto tu lengua como tus rodillas han perdido parte de la sensibilidad en el viaje astral.
- Agarra el USB y tira del hilo de plata. Tu cuerpo notará el tirón en el dedo y, molesto, tirará de vuelta (los cuerpos son muy vengativos). Volverás a tu cuerpo pasando de nuevo por los rodillos pero en dirección contraria, recuperando tu dimensión perdida. Vuelve a doler, eso sí. No sueltes el USB y fuérzalo a pasar por los rodillos. Lograrás prensarlo en una dimensión y aunque intente esconderse, al ser la más nueva, la octava será la que se aplaste, atrapada entre la anchura y la altura.
- Tendrás en tu mano al fin un USB con las dimensiones correctas, que entrará al primer intento. O, como mucho, al segundo. Pero no al tercero. El esfuerzo habrá merecido la pena.
Advertencias
Para los dolores fantasma que el traumático proceso haya podido marcar en tu alma, te recomiendo un par de años de terapia o Paracetamol.