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NANOGRIMO
nanogrimo - ¿Cómo pillar todos los semáforos en verde? · 03/11/2025


Queridísimo y adoradísimo Bruno. Normalmente realizo los desplazamientos en coche y resulta que, cuando voy con tiempo y tranquilo, todos los semáforos están en verde y, cuando tengo muchísima prisa porque voy tarde, ¡están todos en rojo! ¿Hay alguna solución para esto? ¡Muchas gracias!

- Muncha


Las prisas nos acabarán matando, querido Muncha. O las prisas o las viejas sectas que se han declarado enemigas a nuestra persona por acabar con su líder en un sacrificio a un dios que, a continuación, has decidido asesinar también. Cualquiera de las dos cosas son igualmente mortales, aunque es verdad que lo de las prisas es ligeramente más común.


Por eso si planeas, por poner un ejemplo, acabar con esa hipotética secta y su dios, te recomendaría que te tomases tu tiempo, lo hicieses con calma y, si necesitas un par de años para hacerlo, tómatelos. Yo no lo he necesitado –o necesitaría en su caso– por supuesto. Pero también es importante descansar un poco de vez en cuando. Dos años de siesta cada doscientos, por ejemplo, es un ritmo saludable y pausado.


El problema que has descrito de los semáforos es un claro ejemplo del karma que dicta nuestro destino. Su equilibrio es tan importante para los mortales como puede ser para poderosos magos como yo. Todos tenemos una cantidad finita de suerte de bajo nivel a nuestra disposición, y así como es fácil controlar un barreño de agua para usarla y hacer bruscos cambios en nuestra vida, los pequeños cambios son tan difíciles de dominar como lo es la fina lluvia de las mañanas o los cultistas.


Al igual que las gotas de rocío, intentar contenerlas una a una se convierte en una tarea tan laboriosa como pulir todos los granos de arena de una playa, o hacer dos declaraciones trimestrales el mismo trimestre. Al igual que el agua, esas pequeñas gotas de suerte pueden acumularse rápidamente y desbordar una pequeña presa con un torrente de pequeñas desgracias capaces de convertir un precioso sábado en un amargado lunes. Por eso puede resultar más arriesgado intentar controlar estos pequeños brotes de suerte (sea esta buena o mala) que intentar amañar el resultado de una lotería.


Al fin y al cabo, cuando todos los semáforos se te ponen en verde, es porque estás atravesando una pequeña burbuja de buena suerte, lo cual agota tus reservas de karma pudiendo llevarlo a niveles negativos. Cuando se te ponen todos en rojo, es el karma recuperando el equilibrio, ya que su tendencia es a un valor neto de cero.


Si todos los semáforos siempre se pusiesen en verde a tu paso, tu saldo kármico saldría a deber y si no permites que se regule solo poco a poco, acabaría ajustándose con un gran salto de suerte negativa. Como el karma tiene tendencia a mantener una coherencia narrativa, seguramente se pondría un semáforo en verde más, pero cuando estés cruzando como peatón y venga un coche.


Lo mejor que puedes hacer es un ritual de equilibrio kármico cada vez que se te pongan muchos semáforos en verde, para saldar tu cuenta y que no se te pongan en rojo la próxima vez cuando tengas prisa, o te caiga un piano en la cabeza cuando camines por la playa.

 



Ritual de equilibrio Kármico

(Reajustio potrina)


Ingredientes:

-Un dado de siete caras (o siete dados de una cara)

-Un trébol de tres hojas

-Un gato de color gris (o un perro negro en su defecto)

-Un kilo de sal bajo en yodo

-Un paraguas amarillo

-Once más una bellotas


-El primer paso es comprobar que tu nivel kármico está descompensado. Para eso lo mejor es usar un dado de siete caras, ya que son los más equilibrados de los dados. Encontrar dados de siete caras puede ser lo más complicado de la lista y, si tienes la suerte de dar con alguna tienda de esoterismo de frikis que lo vendan, sería recomendable que reajustes tu nivel kármico de inmediato ya que será síntoma de demasiada buena suerte. Para eso te recomiendo que uses el ritual de equilibrio Kármico que creo que he explicado ya en alguna de mis consultas, aunque ahora mismo no la encuentro.


-Tira el dado, si el resultado es menor de 4 tu karma está bajito y seguramente puedas dejarlo así. Si ves que está muy bajo o llevas mucho tiempo con los resultados bajos, te recomiendo que uses alguna técnica de compensación, o te llevarás un golpe de buena suerte acumulada que podría sobrecompensar y desencadenar un maremoto de fortuna, por ejemplo que te atropelle el coche que acabas de comprar con el dinero que has ganado en la lotería, o algo así.


-Si el resultado es superior a 4, tienes demasiada buena suerte acumulada y necesitarás alguna detonación de mala suerte controlada pronto o correrás el riesgo de que venga sola. Para eso, puedes realizar alguno de los siguientes pasos que te damos a continuación.


- Forzar un gato gris o un perro negro a que se cruce en tu camino. Si el gato no se deja y te araña, piensa que mira, eso ya cuenta como mala suerte y seguramente se te hayan reajustado los niveles kármicos ellos solos. Procura que, al devolverlo, no se te cruce en su sitio.


-Echar un puñado de sal baja en yodo por detrás del hombro. Al ser baja en yodo, el reajuste es más pequeñito que al usar sal de cocina o sal maldon. Vierte la cantidad de sal que te admita la receta o al gusto. Se recomienda menos de 50 gramos por comensal o semáforo.


-Si tu karma positivo es muy elevado, abre un paraguas amarillo bajo techo. Eso reducirá tu buena suerte varios niveles. Si quieres mitigar un poco el efecto de este descenso, haz que sea un tejadillo o un techo de uralita. Si solo quieres bajarlo solo un poquito, puedes abrir un paraguas bajo una sombrilla, pero nunca al revés, ya que empezarás a tener suerte relativa y acabarás encontrando la lentilla de otra persona en tu sopa.


-Si durante el proceso has descendido demasiado tu suerte, puedes usar un amuleto confeccionado con once más una bellotas, o la herradura de un pony para subirla unas décimas.


-Una vez equilibrada tu suerte, puedes llevar un trébol de tres hojas para mantenerla estable o meterla en un tupper.



Advertencias


El dado de siete puede ser útil para averiguar el estado de tu cuenta kármica, pero hay métodos más sencillos que no implican tirar un dado cada vez que tengas que tomar una decisión. Un método habitual es contar el número de tus dientes y bajar un tramo de escaleras con los ojos cerrados. Si al llegar abajo mantienes el mismo número de dientes ( a ser posible en su sitio) tu equilibrio kármico está regulado. 


Si no, al menos, se acaba de regular.