15-12-2025
Querido, estimado y nunca bien ponderado Bruno: En este preciso instante estoy atrapado en un pantano de arenas movedizas lentas; no consigo salir solo y me estoy hundiendo a una velocidad de 5 cm por hora. ¿Qué puedo hacer? Preferiría una respuesta a ser posible rapidita, por favor. Suyo afectísimo y seguro servidor, P.D.: ¡¡SOCORRO!! ,
- JoseB
Lo primero de todo, querido Jose, no te apures. Las prisas no son buenas consejeras, mira por ejemplo las propias arenas movedizas en las que te ves envuelto, que se toman su trabajo con paciencia y parsimonia, llevándoles hasta una hora para hundirte tan solo cinco centímetros. Ojalá aprendiésemos de ellas en esta época en la que se nos exige una productividad salvaje y lográramos realizar nuestro trabajo con la calma de una trampa natural que sabe que, aunque se tome su tiempo, su víctima no podrá escapar de la inexorable muerte a la que le somete.
Pero no te apures, de verdad, seguro que sale bien.
Las arenas movedizas, al fin y al cabo, son un problema muy común en nuestra época. No en vano los gobiernos de varios países han invertido millones en concienciar a la población bien desde pequeñitos sobre el peligro y la frecuencia de estos pozos de agonizante muerte. ¿Quién no ha visto alguno de esos mensajes propagandísticos avisándonos de las consecuencias de pisar una de esas trampas? Normalmente camuflado bajo algún divertido dibujo animado para llevar ese mensaje más lejos. ¿Quién no ha visto asustado como algún caballo se ahogaba lentamente en alguna película para dejar claro, de manera traumática, el peligro de estos lugares? ¿Qué otro sentido tendría una escena así en una película infantil, si no es para concienciar fuertemente?
Por suerte, gracias a esta insistencia por parte de la cultura, los casos de muertes por arenas movedizas están en mínimos históricos y apenas una centena de personas al día son fagocitadas por estos fenómenos. En España.
Incluso hay un contramovimiento ecologista dedicado a salvar dichos pantanos llamados Movimiento por las Arenas Movedizas del que soy orgulloso miembro. Según su teoría, si nadie cae en estas trampas, las pobres no tienen con qué alimentarse de manera natural y se acabarán desecando, tristes y malnutridas, ya que de todo el mundo es sabido que al fondo de dicha trampa convive un suelo de dientes que alimentará el pozo con tu cuerpo aún vivo, si no has tenido la suerte de asfixiarte primero.
El lobby de las arenas movedizas ha ido cogiendo fuerza últimamente, abogando por el mantenimiento salvaje de estos pozos que, con tanta concienciación para evitar caer en ellos, han ido reduciéndose en número poco a poco hasta llegar a niveles cercanos a la extinción.
Su mensaje es dejar a los humanos ser libres de caerse en un pozo de arenas movedizas y que sea la naturaleza la que decida quién es lo suficientemente hábil como para esquivar una de estas, cada vez más, escasas trampas naturales.
Así que Jose, antes de intentar salir de ese pozo, has de plantearte. ¿De verdad quieres dejarlo sin su sustento? ¿No eres acaso un afortunado por encontrar uno de estos parajes tan exóticos, casi extintos? ¿No es tu vida un pequeño precio para ofrecer? ¿Notas ya ese suelo hecho de dientes roerte los zapatos?
Si después de esta diatriba -en absoluto subvencionada por el Movimiento por las Arenas Movedizas- no he conseguido hacerte cambiar de opinión o, mejor aún, dado tiempo a las arenas a hundirte definitivamente en sus fauces, pues habrá que ofrecer alguna solución.
Si te estás hundiendo a 5 centímetros por hora, ¿Por qué no hacer algo tan sencillo como crecer más de esos cinco centímetros por hora? Normalmente un humano tarda algo más, pero con esta receta, seguro que lograrás dar el estirón necesario para conseguir un crecimiento de escape que te permita abandonar esas arenas movedizas.
Y dejarlas solas, tristes y malnutridas, a las pobres.
Agigantamiento Paciente
(Gargantulentio)
Ingredientes:
- Dos yogures
- Abono fosilizado
- Cromos de la liga de baloncesto
- Un henchidor
- Humilde libro de texto
- Lo primero para salir de unas arenas movedizas es quedarte atrapado en unas arenas movedizas. Si no encuentras ninguna, puedes hacerte unas artificiales usando agua y al menos más de cien granos de arena. Menos de cien granos se consideran arenas homeopáticamente movedizas y son demasiado peligrosas para este experimento.
- Una vez atrapado dentro, puedes empezar el ritual para crecer más de cinco centímetros hora. Para ello necesitarás no uno si no dos yogures especialmente ricos. Cómete uno y arroja el otro a una rama a la que no llegues, esto te dará la motivación especial para intentar llegar un poco más alto, comenzando el lento y doloroso estirón empujado por la gula.
-Usa el bote del yogur vacío para medir el abono fosilizado y untártelo en los pies para potenciar el crecimiento. Si no tienes abono fosilizado (consultar el hechizo Berserkphyta) puedes usar abono no fosilizado, si no tienes nada a mano, te puedo aconsejar una manera de obtenerlo, pero a esas alturas yo ya preferiría morirme aplastado por la arena, la verdad. Recuerda usar el bote de yogur vacío, ya que si usas el lleno mezclarás el abono con el yogur estropeando el sabor del abono.
- Mientras esperas que haga efecto, consulta el álbum de cromos de la liga de baloncesto. Esto le dará a tu cuerpo otra motivación, creando un campo de envidia que te abrirá los poros permitiendo que el abono entre en tu sistema. Te recomiendo no mirar cromos de gente especialmente guapa o la envidia abrirá demasiado tus poros, absorbiendo abono de más y provocando una reacción clorofílica que te pondrá verde de envidia.
- Por si la gula producida por el yogur al que no alcanzas no fuese suficiente y la envidia no logra que tu cuerpo crezca a la velocidad adecuada, puedes usar un henchidor de orgullo para alzar tu mirada. Si no tienes un henchidor de fuelle o de orgullo comprimido, puedes hacerte el tuyo usando elogios que hayas ido acumulando a lo largo de tu vida. Si tampoco tienes elogios te recomiendo de nuevo lo de dejarte tragar por la tierra.
- Entre los tres pecados capitales de la gula, la envidia y el orgullo deberías crecer a un ritmo superior a los cinco centímetros por hora necesarios para salir de las arenas movedizas. Si no lo logras, puedes recurrir a la ira. Te recomiendo no usar la pereza salvo que quieras darle una alegría al Movimiento por las Arenas Movedizas. La lujuria tampoco es aconsejable, aunque puede ser una manera divertida de irte de este mundo.
-Si ves que no dejas de crecer incluso una vez fuera de las arenas movedizas, usa el humilde libro de texto para recibir una lección de humildad, esto hará que te vengas abajo y dejes de andar tan crecidito, compensando el hechizo. Juega con el henchidor de orgullo y las lecciones de humildad para volver a recuperar tu tamaño habitual, o aprovecha la estatura extra para alcanzar el yogur y cualquier caja de galletas.
¿Sabías qué?
Morir asfixiado por unas arenas movedizas está en el top tres de mejores muertes posibles según un estudio realizado por el Movimiento por las Arenas Movedizas.