movidas - El Verdadero Secreto de la Monalisa · 25/02/2011
Hasta hace bien poco, las novelas fotocopiadas del
Código Da Vinci, (El Secreto de Leonardo,
El Códice de la Mona Lisa, o la última,
Los templarios, Da vinci y otras cosas del meter) llenaban las estanterías de las librerías más visitadas. Las dos. Incluso a pesar de la polémica que rodeaba a varias de ellas, cuando se descubrió que más del 50% de las novelas sacadas durante el año 2009 no eran más que El Código Da Vinci, tras haber sido pasadas por un diccionario de sinónimos. Afortunadamente, un crítico literario se dio cuenta cuando vio que el nombre del
Sena había sido sustituido por '
La Princesa Guerrera'
Por eso, quizás asustados de que la verdadera noticia fuese eclipsada por el lanzamiento de una nueva novela, los científicos que llevan años analizando la obra de Da Vinci no han querido sacar a luz los siguientes descubrimientos sobre el histórico cuadro. Hasta hoy.
Primero, tras someter el cuadro a una prueba de Rayos X, se pudo apreciar la capa inferior, donde Da vinci pinto encima. Hay que tener en cuenta que reusar los lienzos en aquella época era algo común, ya que un lienzo podría alcanzar un precio similar a un caballo o más de cincuenta prostitutas. Analizando la imagen, y viendo el dibujo anterior en que está basado la famosa sonrisa, vemos como muchos historiadores confirmaban sus teorías, en las cuales se comentaba que La MonaLisa era
Leonardo Da Vinci travestido.
No contentos con eso, y tras aplicar al cuadro un baño de rayos gamma y aceites esenciales, se descubrió algo más. En una capa más inferior aún, podemos ver un boceto previo del mismo
Jesucristo que podemos ver en el famoso cuadro de
La última cena. También es destacable que en esta capa, la Monalisa, Da vinci, o Jesucristo lleva en sus manos un
iPhone. Se añade entonces el iPhone a la lista de inventos que Da vinci ingenió antes de su tiempo, como el helicóptero, el ala delta, o los hombres mutantes de cuatro brazos y cuatro piernas.

Finalmente, los científicos, en un arranque de euforia científica, decidieron bombardear con neutrinos el cuadro, mientras rascaban con una paleta para encontrar la última capa, donde se veía el primer boceto de la monalisa, apenas marcado.

Los científicos aún no han lanzado declaraciones sobre ésta última imagen.