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Lo primero, quiero daros gracias por la paciencia. Sé que han sido muchas semanas tirando de la metadona de mis tiras sobre el proceso de escribir, pero sinceramente, es lo único que he podido hacer sin hacerme daño.
Voy a aprovechar este huequito para sincerarme un poco:
Ha sido un parto doloroso, he tenido una pequeña crisis creativa y eso sumado a que estaba escribiendo una novela que ya os había vendido (cosa que no volveré hacer, de todo se aprende) ha hecho que el síndrome del impostor y demás cosas de mi cabeza me hayan comido vivo. Escribir la novela es lo único que he podido hacer estas semanas y resultaba agotador. No ayuda que haya sido una novela compleja, con mucho hilo que tejer. Al menos, ahora que la veo con algo de perspectiva, creo que ha merecido la pena. Aunque eso lo decidiréis vosotros cuando la leáis.
Me he visto obligado a aparcar el cómic por miedo a que la calidad se resintiese. Notaba como las últimas páginas de EMO las hacía en automático y me vi incapaz de seguir, así que me he tomado lo que en principio iba a ser una pequeña pausa pero se me ha alargado. Lo cual se sumaba a la culpa de que la novela se estaba retrasando y de que no podía hacer mucho más. Un lío, nenes, qué os voy a contar. Aprovecho para recordaros que os cuidéis la salud mental y que los psicólogos salen baratos para lo que hacen.
Pero vayamos a lo bonito. La novela está acabada. He sufrido mi crisis y he salido de ella con mucho aprendizaje. Tengo ideas, tanto como para EMO, como para los demás proyectos, incluido alguno nuevo con el que os espero sorprender pronto. Mi plan, después de haber desaparecido, era volver de una patada en la puerta con un montón de sorpresas, pero eso no haría más que alargar el retorno y creo que Maram ya merecía seguir avanzando su historia.
Estoy volviendo, poco a poco. Y volveré a los ritmos de publicaciones habituales, con sorpresas y un poco más sabio. Tengo planeados proyectos (y no es broma) de aquí al 2027. Si Parabellum V está entre ellos. No os libraréis de mí tan fácilmente. Por el momento, os diré lo único que puedo deciros de tantos años de fidelidad: